La falta de transporte producto de la escasez de combustible se ha convertido en un problema generalizado en las comunidades indígenas ubicadas a lo largo del río Caura, en el municipio Sucre del estado Bolívar.
El enfermero ye’kwana, Emilio Hernández, cuenta que en la comunidad Chajuraña se han paralizado actividades comunitarias como la construcción de viviendas tradicionales, casas comunales y la tumba de conucos, dinámicas fundamentales para el plan de vida de los ye’kwana y sanema.
Comunidades de Caura y Erebato siguen sin combustible
La falta de combustible dificulta aún más la posibilidad de trasladar a personas con emergencias médicas o en condiciones físicas limitantes. “También hemos visto que afecta la educación y la llegada del programa alimentario escolar, destinado para nuestras escuelas comunitarias”.
La travesía de movilizarse en curiara y canalete es riesgosa por la cantidad de raudales y chorros, por eso dependen del combustible para poder realizar sus actividades diarias.
“Se ha planteado a las diferentes instancias e instituciones el problema que presentan las comunidades indígenas ye’kwana y sanema en áreas de salud, como eje fundamental para salvaguardar la vida de nuestros habitantes, donde la asistencia médica se ha reducido por falta medio de transporte y combustible”, enfatizó recordando que el río Caura es complejo y extenso geográficamente, y que gracias al combustible los habitantes de estas comunidades pueden realizar sus actividades “y los trabajadores comunitarios como enfermeros, docentes, voceros de los consejos comunales y a las autoridades legítimas pueden moverse y hacer sus diligencias dentro y fuera de sus comunidades al municipio, atender casos de emergencia como evacuación de pacientes, llevar algunos beneficios a las comunidades y medicamentos para los módulos comunitarios”.
Sin posibilidad de atención médica están pacientes indígenas del Caura que necesitan traslado
Hernández recordó que la situación comenzó a surgir a partir del año 2020, con el inicio de la pandemia y ha ido en aumento, hasta el punto en que los habitantes de las comunidades no tienen cómo moverse.