Permanecen las deficiencias del transporte público hacia las comunidades indígenas de Amazonas

Pese a que ya no se aplican al pie de la letra las restricciones por la COVID19 y hay mayor disponibilidad de combustible, la falta de transporte público hacia las comunidades indígenas del municipio Atures forma parte de la “nueva normalidad” que hasta hace poco se atribuía a la pandemia.

Los usuarios afirman que actualmente TransAmazonas no está prestando sus servicios, lo que implica que deben usar las líneas de transporte privadas, que además de ser más costosas, irrespetan las tarifas, rutas y en muchos casos hasta maltratan a los pasajeros.

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Miguel Montero presta servicio en una unidad de transporte a los habitantes de las comunidades de la parroquia Parhueña, sale desde el terminal del eje norte y cubre hasta la comunidad Pavoni, a más de 60 km de Puerto Ayacucho. Señaló que cobra de pasaje a los indígenas 20 bolívares o 5 mil pesos colombianos en la ruta más larga y 10 bolívares o 3 mil pesos por un trayecto más corto.

En este trayecto hay puntos informales para la carga de pasajeros a las comunidades indígenas, la mayoría están ubicados en el casco central de Puerto Ayacucho, y prestan el servicio en autobuses, vehículos sedan y hasta camiones.

El equipo de Kapé Kapé conversó con José Aparicio, conductor de un camión que hace transporte hacia las comunidades indígenas, quien contó que no dispone de combustible suficiente para prestar el servicio con regularidad porque en la bomba de gasolina autorizada solamente le suministran 60 litros de gasoil una vez a la semana. El resto de los días tiene que comprarlo a los revendedores, pagando entre 2 mil y 2 mil 500 pesos colombianos por litro de diesel.

“Solamente me da para hacer un viaje diario” se quejó, agregando que presta el servicio sólo para sobrevivir.

Aparicio cobra también 20 bolívares o 5 mil pesos el pasaje hasta la comunidad más lejana de la parroquia Parhueña. “Si algún indígena lleva alguna carga paga un pasaje adicional”, agregó.

Hacia la parroquia Platanillal, en el denominado eje sur, el pasaje lo cobran a 25 bolívares o 5 mil pesos colombianos.

Habitantes como Andry Sarmiento se quejan de la poca frecuencia de los viajes “solamente hacen una vuelta diaria y ya a la 1 de la tarde uno tiene que estar corriendo para ir a tomar el autobús, afectándonos hasta para trabajar”, refirió.

Por su parte Ismael Herrera, indígena jivi habitante de La Reforma, en el eje suroeste o vía Gavilán, manifestó que hasta su comunidad paga 5 bolívares o 2 mil pesos de pasaje. En esa zona los autobuses llegan hasta la comunidad Las Pavas, por el mal estado de la carretera que está casi intransitable. Solamente algunos camiones llegan a cubrir hasta la comunidad Gavilán mayormente los fines de semana para sacar la producción.

Uno de los retos del transporte público es llegar hasta las comunidades indígenas que no están en las orillas de la carretera, donde algunos de sus habitantes tienen que caminar varias horas desde la madrugada para poder tomar un autobús que los traslade hasta Puerto Ayacucho a hacer alguna diligencia.

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