Continúan los problemas de acceso a alimentos en las comunidades indígenas de los caños

Carlos Contreras y su familia jamás pensaron abandonar su tierra natal. El pescado y los productos extraídos de su conuco fueron la base de su alimentación por años. No obstante, con la pandemia y el inicio del invierno del 2021 la familia se encontró con una austeridad total y los niños fueron los más afectados.

De acuerdo a sus versiones, la familia fue víctima del hambre y una menor de dos años sufrió múltiples afecciones como la diarrea, vómito, fiebre y llagas en la boca que le provocaron adelgazamiento progresivo.

En su relato señala que tomó sus canaletes y su curiara y decidió aventurarse por los caños del Orinoco hasta Tucupita en busca de apoyo.  Tardó cinco días viajando por el Orinoco hasta la cercanía de la ciudad en busca de medicina y alimentos.

La pequeña indígena falleció el pasado 14 de octubre en la comunidad del Palomar warao, asentamiento indígena localizado en la parroquia Antonio José de Sucre, municipio Tucupita del estado Delta Amacuro, el hecho fue confirmado por los familiares.

Se conoció que la familia indígena proviene del municipio Antonio Díaz, específicamente de la parroquia Manuel Renauld desde donde viajaron en busca de ayuda.

Un dirigente indígena del sector, identificado con el nombre de Pablo Sucre, asegura que la niña nunca recibió atención médica por la negativa de los padres y abuelos de llevarla al Materno Infantil Dr. Oswaldo Brito de Tucupita. “Desde que los familiares llegaron de los caños, los sacerdotes Consolatas le ofrecieron apoyo”.

“Incluso, los religiosos en sus jornadas de asistencias trajeron miembros de Cáritas y hasta un médico quien le realizó una referencia médica para la asistencia en el Materno Infantil, pero los familiares nunca llevaron a la pequeña hasta el hospital” aseguró.

Asimismo, se pudo confirmar a través de los trabajadores sociales que aportaron su apoyo a la familia indígena, la menor de dos años no estaba asentada en los libros del Registro Civil y por ende estaba indocumentada.

Al respecto, los padres de la menor fallecida aseguraron que en su comunidad no tienen donde presentar los nacimientos por la ausencia total de Registro Civil. “Nuestros niños no tienen partidas de nacimiento y la única parte donde se registra es en Curiapo, y esa localidad nos queda demasiado lejos” aseguró.

Un estudio reciente realizado por Kapé Kapé arrojó que el 52,5 % de las familias indígenas de las comunidades indígenas de los estados Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro, es decir, 1 de cada 2 hogares, presenta nivel de inseguridad alimentaria entre moderada y severa.

Asimismo, el estudio indica que la desnutrición figura como una afección frecuente de salud tanto en niños como en adultos mayores en las comunidades indígenas.

En Delta Amacuro, en el 95% de los hogares se encuentra algún nivel de inseguridad alimentaria.

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