Después de su instalación en el sector de Las Pavas, en el Caura, este grupo irregular de Colombia continúa desafiando a las autoridades legítimas e irrespetando las normas de convivencia establecidas por los indígenas en sus territorios.
“Sin el consentimiento de nuestra organización de bases tradicional y de las leyes constitucionales, rompiendo nuestra propia organización ancestral y el bienestar de las comunidades del pueblo yekwana y sanema” dijo a Kapé Kapé, Alfredo Rodríguez, habitante de esta zona de Bolívar.
La comunidad y sus autoridades legítimas están preocupadas porque este grupo está usando la violencia y la intimidación para tener el control de la zona, obligando a las comunidades indígenas a obedecerles en sus propios territorios y casas, todo con el fin principal de apoderarse de las minas de Caura.
El yekwana Alfredo Rodríguez, afirmó que el abandono y la ausencia de los entes gubernamentales ha permitido que estos grupos estén operando a sus anchas, en detrimento de los derechos de los pueblos indígenas y el ambiente.
Habitantes del Caura manifiestan que no pueden salir a pescar, ni de casería para buscar el sustento diario de sus hogares, por las restricciones que ha establecido este grupo irregular en sus casas, así como tampoco pueden circular por la selva y montaña, porque tienen limitaciones para circular y de no cumplirlas son amenazados de muerte.