La ONG SOS Orinoco señala que 40 mineros brasileños sacan oro de las inmediaciones de la comunidad Haximú, dentro del área del Parque Nacional Parima-Tapirapecó, el más grande del país con 39 mil km2 aproximadamente.
Según la publicación y los indígenas yanomami, los garimpeiros están en la zona haciendo su actividad minera ilegal desde octubre de 2019, para lo cual están usando balsas y motobombas en el río Orinoco, cuyas nacientes se encuentran en el cerro Delgado Chalbaud, y para ello, según señala, contaría con la complicidad de organismos de seguridad acantonados en la zona.
La comunidad de Haximú ha sido constante víctima del acoso y crueldad de los garimpeiros quienes en 1993 cometieron el asesinato de 16 indígenas yanomami habitantes de esta comunidad por estos negarse a que se practicara la minería ilegal en su territorio, hecho que generó una conmoción nacional e internacional.
El Estado venezolano tiene una obligación importante con los yanomami que, entre otras cosas, consiste en la vigilancia y control de los territorios de este pueblo indígena de modo que no entren personas extrañas y no se repitan hechos como la masacre de 1993. Constantemente organizaciones indígenas y voceros de algunas comunidades han denunciado violación de sus territorios y de acuerdos alcanzados con el estado para garantizar que esto no ocurra.
En Amazonas se ha expandido el territorio que ha sido objeto de incursión y de minería ilegal no sólo de garimpeiros sino también de presuntos grupos armados colombianos, quienes según denuncia formulada meses atrás por la Organización SOS Orinoco estarían destruyendo con esta práctica un área del cerro Aracamuni del Parque Nacional Serranía La Neblina, en la zona del Municipio Río Negro donde también hay comunidades yanomami.
Con las denuncias realizadas sobre incursiones y prácticas de minería ilegal en los parques nacionales Serranía La Neblina y Parima Tapirapecó, suman ya 3 las áreas protegidas en el estado Amazonas que sufren la devastación ambiental general en sus territorios, tomando en consideración la gran afectación que desde hace varios años se está haciendo del parque nacional Yapacana, en el cual según SOS Orinoco hay más de 2 mil mineros ilegales trabajando, en medio de la omisión y complicidad del estado.
En tiempos de coronavirus llama poderosamente que el estado permita hechos como el ingreso de garimpeiros a zonas yanomami de Venezuela, tomando en cuenta el grave peligro que representa el ingreso de personas de Brasil en estos momentos, sin ningún tipo de control ni chequeo médico que les descarte la enfermedad la cual podrían propagar entre los miembros de este pueblo indígena, amenaza que está siempre presente.