Combustible en Amazonas ¿un lujo o un derecho?

Los habitantes de las comunidades indígenas alejadas del municipio Atures pasan las de Caín en busca algo de gasolina que les permita movilizarse en el interior de sus comunidades y hacia la capital a hacer sus diligencias.

El estado Amazonas, es el segundo estado más grande de Venezuela en extensión territorial y donde viven 20 pueblos indígenas, está conformado por 7 municipios, casi el 70% de sus habitantes están concentrados en el municipio Atures, capital del estado.

¿Por qué todos quieren vivir en la capital? Quizá alguien que vive en Caracas no encontraría relevancia en la pregunta, pero si se pregunta a un niño en Amazonas y más aún en los municipios del interior del estado, de seguro responderá de esta manera: por la gasolina.

Ahora bien ¿es necesario el combustible para vivir en el interior del estado Amazonas? La respuesta es, sí.

En Amazonas no existen vías de penetración terrestre y sólo se accede por vía fluvial al resto del estado desde el Puerto de Samariapo, en el municipio Autana, a unos 80 km aproximadamente de la capital.

Por eso, no contar con el debido suministro de combustible hace casi imposible vivir en el resto de los municipios, ¿por qué? Sencillamente porque esta nueva forma de «vital líquido» es necesaria para el  traslado de alimentos y suministro básicos.

El acceso a los centros de salud es otra de las complicaciones relacionadas con las dificultades de movilización con la que lidian los habitantes de estos territorios, que cuando se enferman no tienen más remedio que encomendarse a Dios y la medicina natural.

Adicionalmente, las dificultades de transporte han contribuido al deterioro de los pocos centros asistenciales que hay en la zona, que actualmente no tienen personal, ni  insumos médicos.

Hoy los pobladores amazonenses denuncian el derecho al suministro de combustible eficiente y sin discriminación, ni corrupción por parte de los funcionarios civiles y militares, que ejercen esta función.

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